Sobre nosotros

Todo comenzó en Mayo de 2016, cuando estaba planeando mis vacaciones y me di cuenta de que no podía elegir qué reloj llevar. Iba destinado a Montenegro, un país de clima caluroso, playas arenosas y naturaleza vibrante. En aquel entonces pensé: necesitaría un reloj para las noches, otro para las excursiones y un tercero para la playa. Por lo tanto, necesitaba al menos tres relojes.

Reflexioné sobre mi elección, tomé una decisión y puse todo al lado de mi bolsa de viaje. Mientras empacaba, me preguntaba dónde debía poner mis relojes. En el bolsillo de la bolsa, el cristal podría rayarse y la correa podría arrugarse. Como resultado, los envolví en una camiseta.

Pero debía haber una solución elegante, pensé. Y después de las vacaciones busqué accesorios existentes. Los examiné y me di cuenta de que dejaban mucho que desear. La próxima vez que me fui de vacaciones, ¡Estaba probando un nuevo estuche para relojes!